“¿Si implemento un sistema de comunicación mi hijo ya no va a hablar?”

Esta pregunta no tiene una respuesta cerrada de sí o no. Lo que sí os queremos intentar explicar desde aquí, es que nosotras vamos a favorecer que vuestrx peque tenga alguna forma para poder comunicarse y que esa “forma”, esa “estrategia” no debemos imponerla como profesionales, sino que debemos observar mucho, conocer mucho a cada niño y a cada familia e implementar SU sistema de comunicación.

Una vez escuché algo así como “existen tantos sistemas de comunicación como niñxs”, y eso, debe ser siempre nuestra máxima a la hora de la intervención.

Lo que sí podemos afirmar es que, usar un sistema de comunicación, no perjudica el desarrollo del habla y del lenguaje, pero, debemos de tener en cuenta que HABLAR, ese desarrollo oral que entendemos que es una gran preocupación en las mamás y papás de niñxs con Trastorno del Espectro Autista (TEA), no es en sí el objetivo principal en la intervención de logopedia. ¿Por qué?  Porque cada niño va a marcar su ritmo y nosotras acompañaremos en ese camino al peque y a su familia, para que pueda desarrollarse lo más feliz y autónomo posible y que a través del sistema que él/ella nos indique, pueda expresar lo que él/ella quiera. 

Si habla o no, no tiene una fecha concreta: no hay un indicador que nos permita saber si sí o no. 

Esta semana, nuestra compañera Judit tuvo una pequeña discusión con uno de nuestros peques (y sí, podemos discutir, podemos charlar y podemos jugar usando el sistema de comunicación de alta tecnología). Al final llegaron a un consenso, pero nuestro peque dejó claro que entiende para qué funciona su comunicador más allá de realizar solamente peticiones.